La negligencia médica se hace presente en el hospital del ISSSTE con maltratos y errores en quirúrgicos.
El Sr. José Edgar Ocampo Cervantes, persona con un cierto grado de discapacidad, pues padece de esquizofrenia paranoide, denuncia maltrato por parte del hospital ISSSTE, describiéndolo como “Lo peor que ha vivido como ser humano” Pues aseguran, le han dejado un enorme daño emocional, psicológico, moral, físico y económico, que han deteriorado más su salud en general.
Ésta, es la carta denunciante de la Sra Gilda Magaña Rivero, esposa del afectado:
“A principios del mes de febrero del presente año mi esposo audio a urgencias del hospital ISSSTE por dolor agudo en el abdomen y decidieron los médicos ese momento internarlo, después de atenderlo, le diagnosticaron me notificaron que no encontraron el apéndice, que estalló, desapareció y lo volvieron a operar a la semana siguiente.
La primera vez lo operó el Dr Bolio, la segunda vez, cinco minutos antes de la operación, me comunicó el Dr. Bolio que lo sentía, que iba a almorzar y que lo iba a operar otro Dr. de apellido Martinez.
La operación tardó ocho hrs. el Dr. Martinez pidió hablar conmigo y me informó, que mi esposo Edgar había sufrido un shock Séptico, lo conectaron a unas máquinas y lo pusieron en un cuarto aislado (con el intestino por fuera)
Después de la segunda operación, pregunté al Dr. Bolio que si sabía qué que había causado el shock séptico y el me contestó que era un hongo de nombre “Candida tropical” que era una bacteria.
Le pregunté “¿Como se contagia ésta bacteria?” Y me respondió que por medio de la saliva. Enojado de mis preguntas, mencionó que nunca le habían preguntado pero que contestaba porque “Ni modo, es su derecho”.
Le dieron de alta sin mi consentimiento de una manera irresponsable, aún con las heridas abiertas, no quise firmar y tampoco mi esposo por que el estaba conectado y todavía estaba grave, y según los médicos, tenía que quedar estable y repuesto, porque le faltaba una operación, en la sala de urgencias, la Dra. Barajas lo amenazó con sacarlo a rastras si no se salía de la clínica ISSSTE y el paciente (Mi esposo, Edgar) le contestó que si lo sacaban, iba a hablar a la policía y a la familia.
El ISSSTE arriesgó la vida de mi esposo al sacarlo del hospital y violar sus derechos como ciudadano.
Cabe mencionar que las bolsas de ileostomía se le caían, no lograban que se le queden puestas, debido a que le cortaron de más; inclusive, contraté enfermeras para que lo atiendan de manera profesional y también lo atendieron especialistas de ileostomía, por tal motivo, se le tuvo que poner dos prótesis para que las bolsas se pudieran sostener, porque era urgente, ya que además se mezclaba la sangre con el excremento, por las heridas abiertas que tenía. Por todo esto, se le tuvo que volver a internar, pues el dolor de las heridas era insoportable.
El Dr. Martinez me comentó que se había equivocado, que puso la ileostomía al revés porque no podía colocarla de otra forma y me sugirió que en vez de las bolsas de ileostomía, usara bolsas vacías de azúcar de 500 gr. con 2 aros pegados para que pudiera defecar por ahí. Le pregunté cual es la alimentación que debe llevar mi esposo Edgar y el Dr. Martinez me contestó que podía comer de todo, panuchos, frijoles, café con leche y demás con un tono sarcástico. Como cualquier persona sabe, una persona con las operaciones de la forma como se las hicieron a mi esposo, debe tener una dieta especial.
Pregunté, por último al Dr. Martinez ¿Por qué no se le quedaban las bolsas de ileostomía? y a gritos, nos dijo que nos calláramos, me sacó de la habitación de una manera grosera y violenta, hubieron testigos. Ése mismo día, corrieron a mi esposo del hospital.
El Dr. Martinez, le dijo a mi esposo que había cometido varios errores en la operación.
Económicamente me endeudé al tener a mi esposo en casa grave, hemos tenido que pedir prestamos a la familia, amigos, compañeros de trabajo y también bancarios para solventar todos los gastos que los del ISSSTE dejaron como consecuencia.”
