¿Por qué el camino de regreso, parece más corto que el camino de ida?






¿Recuerdas tu último viaje de vacaciones? ¿Fue más largo el viaje de ida o el de vuelta? 


Aunque ambos trayectos tienen la misma distancia, algo curioso ocurre cuando pensamos en ellos, los viajes de regreso parecen ser más cortos que los de ida, se trata de una ilusión generada por nuestras expectativas. 

Cuando iniciamos el viaje de ida, tenemos una actitud optimista que nos vuelve impacientes por llegar a nuestro destino y comenzar nuestra aventura. 

Esta impaciencia hace que el trayecto se sienta más lento de lo que en realidad es, entre más ansiosos nos ponemos, el tiempo parece transcurrir más lento. 

Por lo contrario, al volver, tu cerebro recuerda lo tardado que fue tu viaje de ida, por lo que se predispone a pensar que será igual de lento, debido a que durante el regreso no sentimos la impaciencia y actitud optimista por llegar a nuestro destino, el viaje aparenta ser mucho más rápido