¡Protege tu piel del sol!




Una de nuestras actividades favoritas de las vacaciones es quedarnos acostados en el camastro como lagartijas al sol con la esperanza de obtener un bronceado de película.

Pero hay que tomar en cuenta que las personas que se exponen demasiado a los rayos ultravioleta tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de piel.   

1. Los antioxidantes son esenciales, no opcionales

Desde hace ya bastante tiempo, los científicos saben que los radicales libres esas malévolas moléculas que dañan el ADN de tu piel, son producidas por factores como los rayos UV, la contaminación y el humo de cigarro. 

Pero ahora las investigaciones muestran que ciertos protectores solares también pueden ser responsables de ese mal. Un estudio de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri descubrió́ que él óxido de zinc (uno de los ingredientes más comunes y efectivos de los bloqueadores) sufre una reacción química que podría producir radicales libres al exponerse a la luz solar.

Pero no te deshagas del que tengas: “El óxido de zinc es seguro y las personas no tienen por qué́ dejar de usarlo”, explica Steven Q. Wang, director de cirugía dermatológica y dermatólogo en el Centro para el Tratamiento del Cáncer Memorial Sloan-Kettering. “Lo que es más importante es que cualquier cantidad de radicales libres generada por el óxido de zinc será mucho menos peligrosa que la que se da por la exposición a los rayos UV”.

Dicho esto, para protegerte más, aplica un sérum de antioxidantes cada mañana antes de ponerte el bloqueador; ingredientes como la vitamina C, él té verde y el resveratrol resguardan la piel de los radicales libres. O puedes conseguir todos los beneficios si usas un producto que contenga antioxidantes.

2. Dos capas equivalen a una sola

Si quieres tener protección adecuada, necesitas aplicar 28 gramos de solución en todo el cuerpo, esto equivale a un caballito de tequila. Pero en estas vacaciones, utiliza el doble: “La mayoría de las personas usa solo un tercio del protector que debería, y no lo aplica uniformemente”, señala Wang. “Si te pones dos capas, en teoría, te pondrás una adicional y así la esparcirás más uniformemente” (sabemos que esto puede parecer engorroso, pero es lo mejor para protegerte... a menos que planees quedarte bajo techo con las ventanas cerradas todo el verano).

Para asegurar cubrir cada parte, empieza por brazos, hombros, tronco, piernas y pies, y luego concéntrate en pecho, estómago y espalda. Una vez que acabes, repite el proceso desde brazos, hombros, etc.

Luego toma un merecido descanso en la playa.